mercredi 15 octobre 2003

MUTATIS MUTANDIS

Podrido a todos carpo y digo y es no te dejo es no permito. Caí lo sé, de veneno fue zarpa tu flirtear al cooptarme en el absurdo. Vivir; dijeron que no existe otro mondongo tan nutrido, la otredad de pipón aseguran no conoce nexo. "Los inventaré descubiertos y al revés" repuse y al instante resuena "evítate feos perjuicios".

La mollera, la mía pica y me reclama un vuelco.

Entonces perinola todos ponen, me hablo; pero garpar también yo... un carajo: ¿amerita loas un mundo apócrifo? Qué bregar qué bretes; ¿acaso soy mi burro y delante yendo voy a deleitar al intocable de la rutina déspota? ¡Macanas che, dónde se vio!

Resurgen y no se darán por vencidas.
Macanudas las voces linderas que melifluas y abundan. Panfletarias por convencer. No se patea el tablero, grande es impericia, amigo tenga a bien. "Oiga" siguen y hago pronto: los hurto cuerpo a cuerpo con vano ímpetu. Están los veo. Allá siempre contubernios; allá en la enramada tras desidia mía que no es. El corolario es mi batalla de ahora y siempre, replicante:

"¡Ah, mascaradas que en plural cobarde de guarro han fustigarme!"

Y ahí le pelo insurgente lío y mellada faca: sanguíneo ser que fui y que procede avanzo.
A la sazón imprudente.

"Tomá guacho y vos tomá", propongo y a la espera de tajos y cuchillos; mas vienen sin un grito en son de mutis carcajadas. El sujeto social, el grantrompa de mí ríe y en la cara. Terco sé la lucha al cuete mas no doy respiro.

Arremeto de boca lanzando espumarajos y orlando;
Hórrido al litigio lustre por indicios de bromas humillar;
Más leña hundo en los julepes, que hurran ladinos y;
Tirando al montón lauros masivos, triste facturo naderías;
Que obtener es malograr linduras del no haber.

Luego hosanna y malabares. La hoja entre pastos se limpia sola en masacre de mí mismo y nueva hosanna. Gane o pierda juego, que fui óbice de vida y mi olimpo aquel mole ñandubay. Donde obseso lo más pancho el próximo entrevero.
Atacar será parábola onerosa, de apenas pleito en píldoras, e igual.
Ataco.
En las lides siendo aun llamado mersa y relamido.
Ataco.
Aunque digan, y lo hicieron, que no es más mi ser un raviol de sarro que no luce y berrea pretencioso.
Ataco.

Porque ahí pervive el gran misterio. Aquí en la piedra sórdida, tanatorio ruin. Y yo el perdedor, te niego así tus trances y no tributo con el séquito. Tenue vengo de tiempo pero vuelo y no contaré para estas timbas, que camuflan con suntuosas maneras. Prefiero yacer los días timorato como zángano y noches trenzarme en tocatas, de trémulas carnes en dar a olvido, a sucumbir al tropel de farsas y manjares ultra y al vulgo traicionar mis vísperas.

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