un proyecto ambicioso sería por ejemplo éste: entrenar aves con el solo fin de sustraer todo billete disponible en circulación ciudadana in fraganti o depositado a la vista, divisas convenientemente de alta denominación y verdes o de la zona euro.
torcer la negativa rotunda de estos moluscos volantes requiere cierto tino o trino, mas la cosa pájaro se avendría sin decir ni mu de acuerdo a lo siguiente: prometer a la especie avícola el paraíso de conseguir (a través de una acción rapaz y de arrebato que, las susodichas bestias consideran inmoralidad abominable y me consta), la asistencia teórica necesaria con la cual ellas mismas logren comprender los principios físicos de la sustentación, la aerodinámica y la propulsión de alas batir a través del fluido aéreo (pomposamente llamada devenir cósmico, total estos bichos qué saben...), y que de tal suerte y una vez desvelado su misterioso don -divino y a un mismo tiempo fatal mientras mantenido en las tinieblas de su ignorancia más cabal-, se satisfaga su inquietud más honda y recopados tremolen de felicidad o que hagan lo que más quisieren; por mí...
el dinero o más bien y menos mundanamente, el óbolo recogido por su intermedio sería usado como honorario hacia mí en todo concepto y con derecho a plena disposición futura, que para algo estudié y no para calentar la silla, aunque como soy bueno participaría a los convidados que acercaran dóciles aves de confianza con motivos de postrer adoctrinamiento, y después arreglamos.