mercredi 19 juillet 2006

Elfriede Jelinek: "No se lo Deseo a nadie"

Lo mejor del broli de la gringa ésta, que digasé: además de jovatieli es un bagayo que no vale dos empanadas; es la dedicatoria dirigida a moi, porque me lo regalaron para mi último cumpleaños.
Lástima que seguí adelante y me atreví a leerlo, oh iluso de mí. Pero los ohes se acabaron con el canto así que tengo que apretar las mandíbulas y continuar.
Primero bichié la contratapa y claro, dice las giladas de siempre. Que la tipa esto, que aquello. Que se alzó con el premio de la lotería de no sé dónde, que el Nobel le queda chico, que la vieja está un montón, que no hizo como Raymond Quenau, que sí.
Un alemanote del tabloide equis dice que es una escandalosa y una calentona y tremenda puta. Que adónde iremos a parar y que la guacha anda metiendo cizaña a troche y moche porque escribe con mucha mala palabra a propósito y habla de cosas chanchas. De puro reventada que es.
Otro escribe literalmente que la susodicha curtía mucho taller, pero no literario sino mecánico, de terminal de ónibus, donde se la pasaba todo el choferaje, entre grasa de camión y bizcochitos de ídem (de grasa, no de camión). Incluso este paparulo dice muy mondo y lirondo que él mismo tuvo ocasión de ensartarla como chorizo de croto pero se negó, se hizo el lindo para que la quía sufriera y se quedara con las ganas.
En fin, con todo esto me dije que ameritaba darle derecho viejo y me puse a leer en la zapie. Y me quedé de una pieza, creo que así se dice: ahíto. Hastiado de tanta basura. Si al menos tuviera tintes porno berretas o lo que fuera, pero ni a ganchos.
El estilo "original" con que se llenaban la boca los críticos, no creo que sea siquiera original; seguramente es tilo narcoléptico: un tecito que te anestesia tanto que te dormís. No tiene un atisbo de prosa ni te hace el verso, son como salmos sin conexión. Laaargas parrafadas literastrosas que muy en el fondo hacen un relato, pero me avergüenza hablar de ellas como de un todo arrelatado. Más bien parece como una interminable ristra de aforismos imbéciles, o una adrede burla al filosofar más pavo.

Para no aburrir yo mismo con mi execración, transcribo una escena donde a la mina personaje de la novela le hacen el hoyo; me parece...

Transcribo, transcribo (como si alguna plaga le hiciera falta, aventuro que fue miserablemente traducido):

"El hombre vuelca sobre él las palas excavadoras de las piernas de ella. Él cubre a la mujer con la oscuridad de la noche, pero le enchufa su conexión eléctrica en el trasero, para iluminación de ella y satisfacción propia. Alguien así se lanza a la mierda como otros lo hacen de la playa al mar, conecta su superaspiradora y no para hasta haber vaciado completamente su saco de polvo. Primero, obedientes como niños, dos dedos entran en la mujer, después va el compacto paquete de combustible. Ésta oye venir el coche de sus riñones ya desde lejos. Quedémonos en casa, los árboles han lanzado la hojarasca desde las montañas (...). De inmediato el padre se apea de la madre, después de, ventoseando con su burdo motor, poner la marcha atrás y hacer un viraje sobre la alfombra. Y mientras salen sus aires y jugos, habla sin cesar de sus acciones y su no poder parar y se abre, con garras salvajes y dóciles dientes, camino hacia el lugar de paso, para poder añadir su mostaza a su salchicha. El sexo de una mujer un bosque que le devuelve un eco iracundo. El hombre quiere llevar su salvaje carreta a la mierda de la mujer, que se aferra a la técnica respiratoria y se lanza rápidamente a un lado para eludir su rabo que penetra crujiendo en el monte bajo de sus bragas."

¿Y bien? ¿Apasionante, no?
Me quedé corto con la crítica creo...

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