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dimanche 24 décembre 2006
vendredi 22 décembre 2006
Sobrellevamos lo malo
No en virtud de lo bueno
Sino en razón de lo peor (Martín Gabriel Brashing, 22/XIII/2006)
Me ando fuera del tarro
Addenda a posteriori:
De una filtración en los cimientos de la ex-KGB se supo Lo Peor: el espía Polonio 210 fue amaestrado para rociarse la punta del pene con dicho isótopo intoxicante y envenenar a sus víctimas quienes le practicaren la felación subsiguiente a los escarceos galantes de aquél, que obrasen una seducción inexorable sobre el o la succionadora del miembro de dicho miembro, agentes ambos de letales efectos.
Addendum addenda ex-post:
Cuando el agente secreto Polonio 210 (llamado también Matador Matador adónde estás Matador) no triunfaba en su cometido y fallaban las artes de la seducción, viéndose pues imposibilitado de desparramar el tósigo alojado en la punta de su pene radiactivo directamente en las fauces de su objetivo, tenía órdenes estrictas de proceder a sumergir el glande (bueh, más o menos...) en el té o mate, cualquiera fuere la infusión que bebiere su "target".
Cáncer de qué y Héroe Colectivo Investigan presenta...
LOS 7 INFIERNOS CAPITALES
Meandro fuera del tarro
A continuación expondremos en sus diádas dicotómicas las formas del Tártaro que Leibnitz omitió incluir en su Teodicea para la revista Olé:
(esto dicho fácil significa que expondremos un par de cosas muy grossas que vienen faltando como la soga al broche)
1) El infierno del deleite irresistible cfr. El infierno de la insipidez soporífera
De ambas la primera logra sub-yugarnos con la lógica del morfinómano que agradece sólo una parcela circunscripta del orbe y desprecia tout le rest. Acaece al enamorarnos, al obtener una monomanía con determinada colonia de after shave, al descubrir una práctica sexual para la que nuestro aparato uritogenital parece idóneamente mandado a hacer, al consustanciarnos con el fetiche de una marca de helado y al no poder dejar de leer con morosa delectación las perlas desgranadas por Washington Cucurto.
La segunda es la que eligió Dios para que el ser humano trabaje, y olvide que hay fenómenos infinitamente más deleitables que ganarse el magro jornal consagrándole sus mejores años. Hasta principios de este siglo había vestigios del caracter arrobador y embelesante de algunos privilegiados empaquetamientos de átomos: el pollo sabía riquísimo. Hoy hemos vendido a precio de saldo en nombre de lo cuantitativo, el milagro de comer con hambre, el prodigio de agradecer cada insinsera impersonal sonrisa, el cardinal sortilegio de hacer el amor cada deceso de cardenal...
(sobre el jugo Hades se ha dicho mucho, pero te repito: la nami tiene unas tetas que no son de soja y jugosas como naranja de ombligo, pechos que son un infierno, pero como el cítrico fruto hay que saber chuparselás porque donde le entraste en mal ángulo la muy puta se encierra en sí misma como el cardo ante la proximidad de la tormenta y después hay que escucharla 3 horas hablar giladas cientificistas sobre si el gusto de la japi le deja un pH alcalino en el paladar, etc etc.)
2) El infierno son los demás cft. Nadie salvo tú mismo puede darte la paz
Orinando afuera del carro
¡ InfaustoVélez: el infierno es Rick the Volp !
Estos dos círculos del averno fueron desmantelados por el descubrimiento psicológico de la ilusoriedad del tabique que separa lo que Martin Buber llama el tú y el yo. El añadido hallazgo freudiano de la pluralidad del yo ("El yo-yo y el fort-da") agregado al del tú ("El tutú y la carreta"), no hizo más que minar el credo en la responsabilidad individual, ficción que sólo es mantenida con ayuda de las fuerzas vivas por el Código Penal.
Se escinden de estas concepciones el infierno de los celos (20 % de sospechas extrínsecas, 80% de "Sé tu propio Yago"), la opresión de la parentela intolerable cuya cárcel, empero está en la sangre y la discriminación a cualquier cómoda minoría que permita desarrollar un complejo de superioridad ("Los argentinos tenemos el complejo de inferioridad más grande del mundo").
La divisa que hermana es el sufrimiento, traficando con humor el dolor propio se logra la empatía, con alivio el dolor del enemigo cierta complicidad pauperizada, transmutando bellos momentos con rebuscadas interpretaciones paranoides o metamorfoseando adversidades universales en expresiones pseudoartísticas siempre va a ser mejor que cogerse al dealer.
(o si no cómo se entiende que aquella otra me hable de una porción de polvo o una cogida quebrada o según sus palabras "me cogistes una vez y media"?)
3) El infierno de la incapacidad para criticar nada cft. el infierno del tedio
"Aburrirse es desear desear" dijo no sin ingeniosa amargura Tolstoy, el más lúcido de la Santísima Trinidad Rusa, el equipo creativo que ideó el "Si Dios no existe todo está permitido" y "Todas las familias felices se parecen entre sí pero cada familia desdichada es única en su tipo".
Lo innegable es que todas las masacres parecen preferibles a la apática abulia de la nada ¿me entendiste lector que si estás leyendo esta chotada es porque no tenés un pedo que hacer y no te da el piné para comprarte un rifle Remington y hacer un desparramo en el Shopping Abasto?
(pero me cago en el Altísimo! ésta adorada reventada del orto justo tiene que hacer la fiesta de cumpleaños llena de atorrantas ebrias y empastilladas de Creamfields en un camposanto de Pilar? no hay límite para la pelotudez práctica?)
4) El infierno de la felicidad efímera y la memoria traidora cft el infierno de la idealización del recuerdo
Pillando fuerzas del jarro
Lo que nos define en tanto que humanos es tener un pasado. Los animales no ignoran tener un pasado: sencillamente no lo tienen, el perro que meó a Empédocles no "evolucionó" no "quemó etapas" no "realizó aprendizajes basados en la experiencia", no "maduró espiritualmente" respecto del perro que me está aullando solitario desde el monoambiente de mi vecino. Eva mordió la manzana para tener (como toda mujer interesante o como toda vieja jactanciosa) un pasado y abandonar la eternidad sin sucesión por paradisíaca que pareciera (ver "El A.D.N del E.D.N").
La felicidad es una ráfaga más que esporádica, espasmódica: duele que dure tan poquito, inaferrable e intangible. La falaz recordación pretende acuñarnos felicidades que sólo existen en calidad de nostalgia borrosa. El recuerdo del infierno es la Tierra. Un pic-nic con gastroenteritis y un paisaje formidable es recordado sin la gastroenterítis. Es un infierno que la infiel memoria nos mienta dichas y perpetúe evanescencias felices sólo por ser tales.
(pero no me hagás acordar de las ristras de dolores de huevos que me comí con motivo de una y mil graciosas mozas que sufrían de la extraña y grave dolencia llamada "... no, si me la vas a meter si yo quiero, no, sí, lo cual contemplandoló en toda su extensión y complejidad, resulta en una cuestión de tratar, de tratar, de tratar de resolver la conflictiva, es decir...")
5) El infierno de Jorge Corona cft. el infierno de James Joyce
Lo chabacano es la negación de toda hondura sensible, de toda elevación del alma, del espíritu que férreo proyecta con sólida constancia onírica las generaciones venideras, las teconologías superadoras, las curaciones de las dolencias urticantes del hoy, las concordias de la desavenencia contemporánea.
Pero, por otra parte, la homeopatía de la sagacidad disgregada en pretenciosa pedantería sólo para elites que dominen latín y sánscrito es como para que se la metan bien en el orto con una licuadora.
(y para usar el coronístico giro, "me recontra rompe bien las pelotas y la próstata la enorme hija de remilputas *** CENSURADO *** , forra *** SODOMIZADA *** chupachups tragapijas *** CHUPETEADO *** chufa chufa con las manos sifilíticas chupaculis *** CENOTAFIO *** con los pies de los toilettes clausurados del leprosario La Perla del Doce ***CENSURADO*** de la peluquera con su local de mierda *** CAGADO *** y su aire acondicionado ruidoso que te lo voy a prender fuego si seguís sin dejarme dormir y la reconcha *** DESVIRGADA *** senil de tu reputísima *** CEPILLADA *** madre *** CONSTIPADA *** culorrota *** CONSTREÑIDA *** en su Día de la Misma !!!" )
6) El infierno de la renuncia ascética espartana cft. el infierno del exceso compulsivo incontinente
Pillando flemas del barro
El que se droga, con drogas o con personas o con adicción al trabajo o lo que mierda sea, no busca, quiere más bien dejar de sufrir la insoportable necesidad de buscar.
El que renuncia a los cargos pero no a los honores, el que te cede el paso, el que te regala la parte más grande, el que te espera a que acabes, el que te entrega a su mejor amigo también olvida la necesidad de buscar que es vivir, buscar no encontrar, buscar, no esperar, buscar, no aprender.
Aquí sólo hay matices diferenciales en pos de la tolerancia: mis amigos vegetarianos no me instan a dejar el vicio de la carne que tan caro voy a terminar pagando, pero a mis amigos cocainómanos me empeño en romperle las pelotas ponderando la conservación de sus dientes y las pocas neuronas que les queden.
(en favor de la maldita cocaína se puede decir que precisamente los dentistas la comenzaron a usar con motivos anestésicos y a ningún paciente se le movía un pelo de la única neurona viva que le quedaba)
7) El infierno de que todo termine cft. el infierno de que nada termine realmente
La juventud-nos parece ahora-lo tiene todo: le añadimos nuestro saber actual y la rememoramos con un cuerpo esplendoroso y resplandecientes sentidos. ¡Qué bien cogíamos cuando éramos vírgenes!. Pero ¡ay! nada dura para siempre.
Y sin embargo, el mayor dolor es que todo dure para siempre. Cargaré sobre mis hombros la responsabilidad de cada pretérita ventosidad, los crímenes de lesa humanidad son tan imprescriptibles como las flatulencias de notoria humanidad.
La muerte es el absoluto, pero nuestros muertos viven fantasmáticamente en la desdibujada vaporización de nuestra necesidad. Nada y todo es para siempre. Y esta idea pelotuda la volverán a conjeturar per in eternum boludos y forras como vos y yo ahora...
(la culpa no es del puto perro sino de quien le compra el dogui y me resulta eternamente urticante y me dan deliciosos impulsos absolutos-homicidas-canicidas de instalar una perrera para sacrificar seres humanos que andan sueltos y sin correa ni bozal ni chapita con el nombre, haciendo cagada tras cagada en la vereda y por doquier, homosapiens solo como definición paleontológica de especie... especie de imbéciles dueños de cientos y cientos de rropes y otros roedores que se la pasan ladrando o chillando o "haciendo fiesta" a troche y moche, y me despiertan un domingo entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, puta y perra que los parió respectivamente)
Libellés : reloooooooooj no marques las horas...
