samedi 27 septembre 2003

Si el tío Hipócrates lo dice... será que es.

199. Si quien está ebrio enmudece de pronto, cuando la embriaguez cese morirá de convulsiones, a menos que le sobrevenga calentura o vuelva a adquirir el habla.



Y por otro lado:

403. Lo que los medicamentos no sanan lo cura el hierro; lo que no cura el hierro, el fuego lo cura; lo que no sana el fuego, debe considerarse incurable.

mercredi 24 septembre 2003

Blog morfón

qué lo tiró! este blog es tan rico y sabroso que se come solo: ya empezó automanducándose sus propios archivos...!

lundi 22 septembre 2003

TRANSITAR TELÚRICO

Serían refalosos los caminos; senderos al trasiego y fe de pingo la intuición más torva que el jinete barbilindo esponja. Pastelear argucias de un corazón de mí insurgente.
Suceden cuando en ciernes hay picante olor, bravatas y es mesura birlar al pajuerano mi pechuga que beligerante ondea de osadías. Que deplorar a más minucias haber locros sin mendrugos y andar allí entre ranchos mujeronas, olimpos de pavadas y mozos más chimangos, pechando algún cigarro con que humo y propiciar siluetas.

Cachiporra del pináculo y de ahínco avanzo yo empedernido ¡oh viento sibilante! y aun en pronunciarte soy del pleito y la reyerta cual resero; simiente de lo rancio y solivianto de vergüenzas que aquellas historias zurcen yerras, pasadas volteretas del primer distingo.
Me verás enrarecer; y erigidos campo y tierra de donoso gesto, del aciago éxtasis iré antes enlutado que ambular baquiano y carcomer, de viles eructos de lactante el feraz tu suelo. Este presente que es también mío y amasijo.

¿Que acaso no ves imperscrutable ciego de los Cielos tan lacrimoso frunce? O bien el lacerar de pitidos sabandijas con que el que huye huye? ¿Y qué dirías, tus confines, de ciertos alaridos y de azufre aquellos tibios sus perfumes?
Al fin lo sé y lo grito:
¡Que tal vez pudicia hacen ridículos, solferinos y trepar de papelón escape y reír sardónico en recuerdos de savias por enema!

Por esto y todo ello tengo apuro y dirimir encrucijadas en partir ecuestre a fatigar los días. Si creo es madrugar destinos y bajo guiños observar el descender las hélices fastuosas y camperas, que al inferir viriles son la milonga juerga y vino.
Y veo ahora y lo dudo nunca:
¡Allí el trampolín, por sobre vagas tolderías! ¡Me voy entre destellos de olvidos y entreveros!
Es eterna tregua tuya y mía condonarte, ebúrneo pago que te sumo en vulva umbría; es saberlo el retornar la trementina de ulcerar virtudes, las pocas mías pues te dejo y para siempre no volveré ya no por algún tiempo.

jeudi 18 septembre 2003

EL RIVAL DEL BODRIO COLOSAL

¿Pensé por qué arrobarse en bastos mamotretos?
En códices libracos de índoles macizos; comiendo sus cochambres; ¿no malversaré el balero litigando entre pasquines?
¿Será la pompa del sabiondo aquel morrudo y memorioso, otro pedorro ornato de tu orgullo choricero?
Digo yo, que de hacendoso tengo el no y la fiaca de eludirte, prócer frívolo del palo enjabonado, me apuro y te amasijo a saques rimbombantes.
Doy te doy te doy hasta enrevesarte inmarcesible el jopo.
Aburro tengo y trino somnolencias cuando de tuya la fifí soberbia el regazo mío advierte la presencia.
Y allí mismo al toque de mi tripa sacudo un mandoblazo tumbando intempestivo al carcamán más craso.
Sin clemencia.

Porque soy;
Yo lleno de chichones malandra de los textos; ya encamo mi catarsis en gravidez de versos; ya mi hábitat son grescas con líderes de jaujas, en túneles padrazos donde obituar el léxico; reparto topetazos vitandos y tortazos si arraigan en mi casa los cofrades ajenos, los crápulas que ensalzan esnobes componendas y exasperantes, geriátricas del verbo.

A puntapiés al hígado pateadas las encías cabreado hasta los huevos expulso a los salames en revulsivo vómito; y dicen mis arcadas:
¡Me dan náusea, finolis mandarines de frac y pandereta!
¡Faunos extinta les falla la gambeta impíos del fulbito y cucos de poetas!
Tales lacayos languidecen implumes pelagatos; amenazar los increpo:
Cuidensén que afuera, allí donde los cruzo sus días figurados mermarán, del primer obús al entrecejo ostentando lozanos vuestros sesos de ravioles relleno y también tuco.

Entonces vio un amigo vigor de mí que ultílogo dejaba atragantaba camorras y diatribas. Y habló. Habló así me consta:
"¡Fénix querido! Olvida fustigar al gueto de gargajos: son lacras borlas lombrices solitarias y pedantes de milicias vanas napias olorosas a loción de pastafrola...
Mas hazme un cacho caso chambón amigo mío del clímax y el remanso; júbilo y acuna este consejo, que mínimo y me sé pelusa del ombligo, lo confieso, pues sabes soy apenas relincho de mosquito mas nada paspa y llaga mi osado repertorio vespertino.
¡Y di conmigo chau zopencos hasta nunca vetustos truchos viudos de antiguos autores circunspectos!"

Razón tenía el adventicio y buen carisma y voz tal cual la mía, que ya humeantes de libros ya oriflamas en un tris legión se armó do nutridos quías exhumamos gratas beodas grapas y fogueantes vide hocicos que libando chupi a grandes fauces esplendían con ¡salud! lirismo y anonimias vanguardistas ¡salú!

mercredi 17 septembre 2003

SOCOTROCO VS. PROGRAMA

Y ella largó y dijo con total razón aviesa:
"Vacíos de simples, lindas palabritas. Obras cacas. Amena quiero más y odiarte; ojalá pues, artera atocinarte".
Y yo: ¡cáspita! Que mal apoltronado di de bruces en la ponzoña cantinela. Echada la celada tendida, chusca finta cabriola de marrana. Colma unión de facultad universal, profesa caducar al educando.
Me llevó tiempo adoctrinar mi ajada y jubilada misoginia. Ya listo mascullé: "justa injusta, tendenciosa así cebarme. Podrida esteta y Circe magnicida que vilipendiosa mis hitos intestinos y apolíneos pichuleas".
Ni se mosqueó. Nos trenzamos en babas y navajas gástricas. Era fuera, vete al coño de la puta calle. Hubo un basta para mí. Pero pestañeé y en procediendo la turra con chiches pomposos visteó adulando mis trovadores ojos. Sacarme el quicio, eso, depredarme en pertinaz perrada trapisonda. Sí asiente. Me soba con mentiras por ultrajarme el tallarín de tósigos mientras mira espuria y en denuestos duchos mi cara prototipada de abyecciones que no doy en pronunciar.
Me arde la bragueta. ¡Pindonga! Eso mismo: ¡sanseacabó al carajo! Hiena, urraca, jamás tendrás de mí el divorcio de tus letras, antes tramarán mudas trémulas mis manos escribiendo guiones de supermercados o también listas de infractores al argot babieca. O redactaré decretos y guías de teléfonos, mechando panfletos con constituciones.
Me largo; tendrás guerra. En jerga de misiles volarán tus hojas; me cargaré a metralla tus signos chotos; desparramadas las esquirlas de tus párrafos. Y desnucaré neutrales tus enormes bibliotecas en díscolos incendios de manuales de bomberos. Un tufo levantisco lapidará el ambiente, del perfume detestable del sexo de tus libros y en tu filóloga entrepierna voraz eructaré lasañas de zambombas literarias.
¡A beber victoria, que albur capanga soy!
Mi cinto buriel calcé de tenedores briosos y al ruedo salí. Y rompo arrasar las cadenas del aula donde soy torrando sumario galeote. Ved aquí, centauros, el clown de luces, matador. Cooptando a la causa del indómito carabalí, negra mi faz entintada. Caerán los claustros y traidores estudiantes de bamboche.
¡Viva la vida de trincheras! Y exquisito a mano el gas mostaza. Libre voy, allá esperen mis guerreros caballeros, al zutano de la triste figura.
Sin embargo gemían mis zapatos carmesí: había andar camino y no era joda.
Delegaba el pensar sobre el corpus de mis órganos. ¿Dónde ejercitar mi letal esgrima, la del zigzag de hoplita? Pura irrisión de inicios. Si iba solo sobre el polvo; sin ruta; sin padrinos. Esbelta el hambre, lancé un "tomá villano"; que en súbita estocada un bisoñé ensarté. Era un peludo. Lo asé y en cercanías oí un clemente arroyo bruñir la noche enferma de sed. Jarabe y lícita fortuna. Dormí bucólico. Bajo un cielo empedrado de invisibles chimangos que olían mi carne de sudores acres; chillaban píos sin valor para el ataque. Apenas picoteos juguetones y espolones en las ropas.
Fue día y tras día. Me sangraba seco el veneno de las uñas. Escribí morondangas y marañas de matetes del marote, vejado por las huestes de memorias a hurtadillas. Me abandoné al lupanar de la lujuria tiralíneas y lucubré venganzas en prosa seminal.
Y arribado el interregno, con más karma me decía, entre hurgándome la ingle proclive al onanismo y morisquetas de lascivia peregrina: ¿será siempre tan lenteja y tan morcilla solventar de algún talento el patoso paradero que se escribe?

dimanche 14 septembre 2003

mi Reino por un caballo antialérgico.

(¿por semejante Bálsamo estoy ofreciendo poco nocierto?)

mercredi 10 septembre 2003

METROGURÚ DELTINTÍN COSPELAR

Subterránea
Vincapervinca azulada
Saltas
Sutil al plenilunio
Liminar de finas hebras
Estrellas de tu ubre el urbe
Do fuerzas la paz
Vertebran.

Ves desviar
Yucas de púas cuyas
ni yo rozo ni valiente
el dorso de mi mano
atrevesé
a pléyades traviesas
de sierpes marsalinas
pleuramantes
pustulinas.

Escaldadas escalo
Serias escaleras
Y sonríos enteros
Quienes cuerpos
Ahogan entre hueras.

Pues entrambos
Rieles dentremedio
Ulteriormente
Mar y cielo
Trenes
Suscitar vieron
Felones
Machacando emputecidos
Sibilinoscuros
Contubernios
Condominios cubos
Basuras purulentos
Fagócites de peras
Siendo pe semidigesta
Y ras suelta
O es cindida
Hallando el
Sinsabor sabido
Perimido.

Cual fauno anal
Ufano anoquejoso
De budista
Que dubita
Maldades pedorretas
Rampantes
Titulares
Titilantes
Testimonios
Navajos titimonos
Sevillanos
Al mando
De fusiles
Pusubtepas.

mardi 9 septembre 2003

MANIFIESTO SUPERNUMERARIO

Cariacontecido y claudicante recurría a la usurpación del título de ficticio penitente. Ungido en vendehúmos vulneré ardides; tremendo, usurpé en zancadilla el sacro sitial. Era el bello precipitado, yacía al fondo del vaso de grog. Debía apurar el vaso; el paso también. Encurdelado, funambulesco y gandul, medité primero y entre dentelladas y capirotazos fui sometiendo al tiempo impepinable, lo forniqué a sabiendas declarándome vencedor.
¡Valor!
¡Sublime enojo acallará el lenguaraz lambeculos!

Las ataduras aflojaron y fue libre y voló.

¡Gran hurra por la bilocación!, espetaron las calles. La mía es la hazaña mítica que algunos esperaban, royendo cutículas de pies y manos. ¡Ah, cruel escarnio dispensado! Manojos de manos y ojos tornábanse en desagravios remolones hacia yo lunático. ¿Cómo se atrevieron, haberme llamado así? Repelente al runrún, propicié y di en reír castañeteando los dientes que tantas mordazas conociesen. Prorrumpí en maniobras que desenmascaraban los melindres de tamañas meretrices y sabandijas. Ja ja ja, migraban de bocas risotadas a más bocas parturientas. Ja ja ja monótono entre peatones cuyos moqueos lastimaban la victoria que yo repartía ubérrimo.

- ¡Este se cogió al tiempo! -escuché decir pizpireto un niño precoz-procaz soltando la materna teta, morigerante del hambre y divina. Su madre-protuberancias palpitaba sovoz en la quijada presagiando recórcholis, la tetuda.

Era el momento, zumbaba mi sangre. Besé al rufián y el pezón libre. Me sentía trovador, rumiante de aforismos, y en mi respuesta verraqueaba al mundo, repudiando a todo supérstite transeúnte:

- En efecto, parvulito, misión y micción mancomunados hasta el paroxismo hoy te regalan un futuro mejor. Tuyo será el reino de un futuro atemporal, mágico, donde insistentemente la morriña malsana, insalubre, ha mutado en bálsamo. Ojetes mojigatos dejarán de haber pruritos, serán payadores, maestros de papirolas, abdicando a manías y martingalas de la realidad. Soy yo, purrete, tu San Martín onírico y nigromante general cuyo quehacer rompe oprobios, subsana las galimatías más rumbosas. Aunque no entiendas un carajo, pequeño regordete rozagante, mi tributo repercutirá en la víspera encrucijada, cuando la esclerosis de la vigilia. ¡Adiós, zángano querido!

Dicho lo cual ensillé el pegaso blanco redivivo, mi rara avis secular. Iría a revistar la tropa, socolor de pegarme la rascada que andaba necesitando sin escatimar glamour, pues el tiempo sucio, vejete epifanía de mandinga, me había pegado más de una ladilla. Agarré para el lado de los tomates, segregándome hacia el promontorio de la plaza fuerte; con mucho sigilo y socarrón. El avispero se alborotaba. Quise perderlos, como al tufo que encima traía, pero sobrenadaban mis secuaces de vejación en la búsqueda de recíprocos, que jamás nombro para alzarme con el crédito yo solito; actuando de forma solapada, según dicen. Querían mérito por la trastada flagrante, ¡ah! sabían ser como aquel súcubo vivaz... Inerme, trascartón les propiné unas pataditas rudimentarias en los tentáculos, ¡la mierda son pulpos bichos pegajosos sin tapujos!
Cavilando las acciones venideras me surtía en estupor, así, en la duermevela postrera a la gloria. Aún no me consustanciaba, contemporizador, embelesado en lo épico-romántico de mi epopeya. "Se la di al tiempo", me repetía perplejo de tal hazaña capaz. ¿Será motivo para contento del mundo enmohecido, conturbado de congojas temporales, en la cúspide de lo agusanado? O por el contrario, ¿mejor continuar fétidos, exentos de fulgor, gimoteando cual estirpe de flan? Tales imperios refrenaban mi propio homenaje, tal la raigambre de hiel precursora, piadosa de lo execrable. Estaba solo y me lo recriminaba; de la reverencia en la euforia reciente al verme recóndito, sátrapa adocenado y prostibulario.
Los pétalos de mi rosa marchitos, ¿reverdecerán?

lundi 8 septembre 2003

ESTAMPIDA LIBREPRENSADORA

El desenlace de esperar, sobreviene. Todo rola, rota, gira, se centrífuga, se sabe, se acelera, se oculta, se sobreentiende, se cae y se levanta, se vuelve tétrico, se hace salvaje e impune, no se soporta más ya. La pareja más famosa, desasosegada, yace exhausta, entregada por completo al golpe final. Golpe de gracia.
Como en un destape progresivo y funesto, fatal y febril, de toma y daca, que sube y baja, apretando y soltando, con idas y vueltas, los paparazzi insistentemente e insoportablemente e incansablemente e interminablemente e inadecuadamente los buscan, los localizan, los atosigan, los azuzan, los molestan, los insultan, los filman, los señalan, los increpan, los obligan a pelear, los provocan, los abruman de alimentos, los toquetean, los roban, los agitan, los sopapean, los tiran al piso mojado, los gritan, los callan que se callen, los imprimen, los languidecen, los salivan, los urgen a abandonar, los incitan, los masturban en cámara, los torpedean, los felicitan, los fomentan a lamerse, los excitan de apatía, los abarrotan, los tiramisúan, los morisquetean, los titubean, los comen a besos, los saludan, los rumian, los fuman en pipa, los cagan de la cimapuente, los vitorean, los basurean, los borran del mapa, los hurran, los titulan letras de molde, los vomitan con piedad, los picanean confiesen, los gargarean, los maquinan neumáticos, los forrean, los aman con locura, los hornean a fuego lento, los aplastan a mano limpia, los apoyan con fondos a fin de que se desarrollen intelectualmente, los cascotean, los trompean, los educan hedonísticamente, los entumecen, los endiosan, los verduguean, los bonifican, los cepillan en paz, los joden con pavadas, los engoman, los abarrotan, los croan, los xenofobian, los asustan bú, los ufanan de ellos, los empoman, los bañan de memoria, los humaredan, los veneran de verdad, los empanadan, los roen castor, los ordenan en cajas, los amansan, los mastican con ansiolíticos, los embuchan de proteínas, los embolan, los travestizan, los fríen con ajo, los abuchean, los vuelan en pedazos, los volicionan al mal y al alcoholismo, los envalentonan, los doran al spiedo, los torean, los pistoletean, los garronean, los depositan y retiran con interés, los tirotean a la policía, los aplauden emocionados, los medican a palos, los hacen puré de foie y paté de manzana, los miden de pies a cabeza, los retan a duelo, los idiotizan, los invitan a bailar, los atropellan con camiones atmosféricos, los lengüetean, los cecean, los untan de manteca, los bolsiquean, los casan felices, los montan en cólera, los cuestionan en público evento, los digieren con acidez, los oyen gozar, los fufean, los ponen a la defensiva, los violan a destiempo, los sugieren de buena fe, los votan, los ensucian con excrementos, los empecinan, los fugan, los repantigan, los auscultan, los dejan dormir, los masajean, los juntan de ánimo, los rellenan de dolor psicológico, los ejecutan en la silla eléctrica, los testean laparoscópicamente, los asilan en embajadas, los soportan con hidalguía, los riman y ritman, los golean, los fomentan a la adicción e inmediatamente al aprecio por el mérito, los asesinan por la espalda, los elevan al poder, los demonizan, los sodomizan, los doblan, los cubren de gloria, los idolatran totémicos, los chupetean, los tiran al abismo, los invocan en sesiones satánicas infructuosas, los gustan en música clásica, los bufan, los quisieran matar no pueden, los corren de atrás, los cuidan si mamá y papá no están, los empalanganan, los zarandeancriban como al grupo periódico de tierras raras, los emolumentan, los jejenean, los obtienen a partir de materias primas simples, los espolvorean, los desvisten tras un biombo, los consienten, los admiran y suspiran, los miran y piran, los astringen, los sopesan, los celan enfermos, los vierten en bateas sulfurosas, los noquean primer round, los apisonan, los metejonean, los largan a los perros, los yuxtaponen, los requetemiran, los tutean, los queman con puchos, los intervienen quirúrgicamente y extirpan todo daño, los putean, los hipan, los paran en seco, los transforman gorriones apichonados, los observan al microscopio, los ñañean malcriándolos, los kriptonitan, los humectan, los engrupen, los advierten sobre los efectos adversos de entregarse a la molicie, los trepanan el cráneo, los siamesan espalda espalda, los waterlooan, los chuzan, los siguen hasta el cielo, los fuerzan a nacionalizarse, los sifonean, los supervisan en sus tareas domésticas, los castran ouch, los hacen millonarios de la noche a la mañana, los postulan indistintamente al cargo de inspector y al rango de contramaestre, los invitan a colocarse tetas y testículos, los xilofonean, los viviseccionan sapitos, los domestican, los intuyen confabularse en contra del tejido social y el statu quo reinante, los atanmatambres, los babean del diablo, los silban chiflados, los retintinean amonedados, los hurtan al amanecer, los salan, los erradican, los afiebran, los malonean y cautivan, los urden de misterio, los liber(t)an, los piratean filibusteros, los recomiendan ante las autoridades eclesiásticas, los mojan con nafta, los huevean, los instan al suicidio, los promiscuan mucho, los paren y los embarazan al mismo tiempo, los entienden en el fondo, los enferman imaginarios, los cuelan, los colman de halagos, los guillotinan, los hacen reír, los empatizan, los pervierten, los depilan a la cera, los lloran al despedir, los guerrean, los infectan con vacunas, los atienden al público, los supeditan, los hinchan las pelotas, los endulzan de corazón, los abstraen, los capacitan para conseguir un empleo digno, los cometean, los derrocan, los suavizan, los ahogan por asfixia, los meten en el equipo olímpico de remo, los pinchan con medias verdades repugnantes, los guían en el anonimato, los encantan fascinan adoran, los avizoran mártires, los caminan con pies de plomo y barro, los envían a dominios extraterrestres, los polucionan con residuos nucleares, los penetran, los ilusionan con grandes fortunas, los apañan, los sojuzgan, los germinan en frascos, los humillan, los entregan al enemigo, los sirven con vidrio molido, los desmienten, los instigan, los cometen barbaridades, los ponen en cuatro patas, los vuelven insociables, los escriben estúpidamente, los manguerean, los asolean, los hacen moco y bolita, los metasuccionan, los nombran reyes divinos, los cuentan cuentos, los ding dong dang, los acompañan al proctólogo, los cosen, los adoptan, los descuartizan y los persiguen noche y día.
A estas alturas cundeacomete galopante sueño.

mercredi 3 septembre 2003

Entrepinturas

Existen innumeres analogías; por caso la comunicacional. Está la pared que sería el receptor y por la otra parte tenemos al emisor o dador en fase pintura. El medio indudablemente se asume pintor, sujeto actuante desprovisto de pasividad. Sin considerar la descripción o detalle de cada partícipe del sistema, nadie juzgaría sensato recaer en función crítica de lo anterior. Siquiera démosle alguna importancia como objeto de escritura, pues nada es más que proposición y positivamente perdura como tal.
Lejos de ello, la insinuación es realidad desde el momento en que pivota indefinida. Allí es adonde puja la finalidad del hecho textual. Hacia esa zona gris, sombra de lo posible, nube posada encima de la estadística, llovizna de un tal vez. Como proveyendo actitudes. En derredor pululan aleteos de moscas, bichos de carnes aquellas cuyas menciones sintetizan al palpante. Qué es todo esto sino vuelos de libélula en fruición del cavilar. Un primer visteo, una oposición en reconocimiento, una bipolaridad figurativa en esencias de tipo insecto volante: moscas versus libélulas. Toda significación de orden representativo en lo tocante a la dualidad mencionada es a priori válida.
De forma momentánea se revela la necesidad de tirar líneas a modo de enlace pro interpretación. Rubriquemos una tregua. En este instante es cuando los elementos de la empírica entran en acción. Operación de pintado que edifica un proceso a considerar, a sumariar. El pintor maniobrará armado de rodillo efectuando el moje dentro del receptáculo responsable, contenedor físico de la película a emplastar. Ésta es blanca a efectos de simplificar la imagen total. El avance del trabajo, si así damos en titularlo, se verifica a medida que la superficie en cuestión es (re)cubierta alojando el manto interpósito, paradojal desde que coliga el, y con el, presente singular a trastrocar en protector de futuros multíplices. Esto constituye prueba definitiva, concluyente. Así también la comprensión del haber, consecuencia preciosa, un fin estético consumado, hecho decisivo en tanto logro artero de un perseguir previamente subrepticio; un apenas; sutileza de la intuición. Cumplimentada una mano o aplique primo, inicia el período de secado. Este es tiempo muerto; cuna de introspección, de búsqueda en pos de ensueños, de poética, o, eventualmente, de entrega al ocio más perezoso: el perezocio.
En el cúlmine, surge la razón; aguafiestas conjugando explotar en sucesión no edificante. El rezumar de reclamos sobre noción tiempo; un corpus de extravagancias. Para qué. Fuera de manipulaciones filoacadémicas, paraísos referenciales y yerbas espurias, la repetición del proceder previo, que redundará en una segunda mano, es abordada con cerril escepticismo. Sobrevienen peligros nunca extranjeros del todo. El hastío de pintar repercute en sinsentidos únicos; carencias de las que suena incoherente carecer. Absoluto del ser es creado y enseguida abducido por el monstruo que devora al monstruo, ambos son él en sí mismo y ambos son lo mismo, ambos quienes fueran creados y abducidos por ellos mismos monstruos, ellos ambos, ellos dos son el ser y el ser es ellos dos en mutuo y monstruoso fagocitarse. Se incluyen en la eternidad y son la eternidad, la cual acaba por despluralizarse en el Ser. Sólo queda pintar. El Ser es el Eterno Ser y postreramente el Eterno a secas, sin ser nada. Acaso una regurgitación de monstruos, eructos del querer ser, ácidos vahos, fruto vapor de una razón indigesta.