mercredi 22 septembre 2004

FLORESCENCIA PIMPOLLERA Y COROLO-PETÁLICA

Feliz, contento y gozo,
Ya bébense calvados
Porque voy y ya llegando, equinoccio
Primum ver rocín rampante,
Y vamos yendo, propulsando
A festejar el gusto de ovación, de todos cascabel
Y de la espuma.
Quilombo y chirimbolos;
Mucho apuro, que todo se me bruñe;
Desterrada,
Ida la tiña, caduca de la envidia;
Soy mi veleidad que se turbina,
El harto se termina, en su domeño
Fisgoneo, mueco turnos juego
De caras pachangueras, murga
A la bartola sincera fidedigna,
Tomo tomo en serio mucha joda,
Venas quiero o Venus reventar por accidente
Del mí cerebro báquico y pulso vascular,
Que el coso mola, tío flipando
Los dionisos
Al fondo de excipientes; talco
Polvo al polvo
De insolvente hendijo,
Palpopenetrante
Leña y leña.

Si meta y ponga, tropopausa
Cada tanto languidece, brinca oveja
La carne la cerca la neurona;
Parrafadas le derrape y desparramo
Gacelar y relajado, lustradora
Merced como garuando
Bajo farras que tormentas de verano,
Huelo intuyo el mojo tuyo de la tierra,
Plumerazo, total y por el fondo,
A la hegemónica humedad;
Por ahora suficiente,
Paro borro cuenta nueva, rebarajo
Naipo y como, de miga uno dende mientras,
Amiga y aceitunas,
Otro y otro verde de otra cosa, memorable;
Contemplo en ojo mío duradero,
Petimetre al morigero,
Bien de uso entrecerrado y te amor
Tizo tranquilito,
Despacito
Despacito
Despacito
Manducando el sanguchito.

samedi 18 septembre 2004

Es la duda, mantecosa que patina
Oropel de tiempo en tiempo
Julepeante, mórbida sin pie
Que empeora cuando estás,
Veo
Me reviste, vuelve tenaza come piel
Tajea de ardor mucho, desgarra un no sé qué
Un algo mío desatino, malhadado,
Mendrugo
Y yo, hediondo y chorreado hago que salto
Las cosas que ignoro, todo náufrago
Ser remoto y por demás, cosa líquida
De los pelos agarrada, con moco
Que petula su desdén, que se figura
Tentativo, limitado, roto de sospecha
Y así creo que soy donde me toco,
Tontuelo y curvo,
Vago
Por calles de dedos tactos,
Oigo silbidos, nada es nada
Me desvelo, grosero y me desarmo
Paseo sin la cama del insomnio,
Sucumbido a la sábana sutura,
Returulato y fofo,
Sujeto de mendigar mi cambio
Como el dinero, Amonedado
Que remanso te indistingo.

Luego de acostarme la piba,
Al fin cabeza dormilona,
Se sueña.
Como si, dice al comenzar
No hallara más ya tristezas, ya no me mintieran
Que todo desamparo fue abolido,
Esclavo
Que nunca más; que juntos
Titubeos, nos harán puro placer
Que dicha fresca vuela fantasía
Que vamos cielos pajaritos
Y el juego no acaba al terminar
Que me sé nos somos, muertos de risa,
Sacudida
Mi doble densidad multiplicada,
Calma naturece y el cosmos se hace amigo,
Y sigo el bamboleo,
Onírico te mientras parpadeo, no hay problema
Si desean mi apreciarlo, es veraz lo cierto escrito
De mi soñar prolijo descalabro;
Parece que el sujeto mismo hablase,
Como el vino embriagado de conciencia,
Tormento y lluvia de tumba
Lucidez.

Pronto parece pasará, qué lástima
Volver allá, boquear
Y masticarselá,
La mala suerte, no me explico,
Obseso
Cómo cuernos caramba lo parió
Tanto crear y salió una berretada;
O si no qué decir de las metamorfosis:
La flor en hambre de igual flor
Como el de yo de vos o de cualquiera,
Amor cosificado, material de corralón
Y todo viene y va, así;
El aire viento huracanado
El agua cristalina
Y tierra fértil
En deseos de algún día,
Televisadamente;
Todo el fuego noble, entropía flatulenta
Ni una idea, pura fraude pavada
Y se me caen
Anhelos
Hechos nula baba, una meada
De esperanza.
Regreso encasillar, cuco la estructura
Que te lleva, te consume te emputece
Envilecido y la traba te agarrota,
Te molina como harina de mortero,
Fino y ligero, solo sin coherencia
Merengado hasta mañana.



mardi 14 septembre 2004

gritó dos gritó: "yo las voté!"
les gritaba en trascartonero gritar
del misérroto y descosido:
"estoy que me cojo encima!"
que por lo que más...
porfavoriaran un...

las damastisociales, de la tocracia del A.R.I.
(o similar, poco importa, sino la política de letras)
horroron al obsequioso solicitando
por su obscenante inquirir, rogativo
su faltar al régulo solemne de placeres
con ocasiondez de pruritarlas,
cansarnoso imundo y feazo apolitismo

y él dele que dele (perseversero)
mentambrando la vida de él pendeilante: "piedad con el votante!"
la gente peatónica, chocha en ajenidades,
en morbotredades cochinas
se detonaba para aplausirse
sangre exangüe de las manos: que se garchen todos!

el menazante unánimeado, zombil
crecentó derivando en globonarcolepsis
que sortilegió así sus frutos; y la masa no piensa:
la multidumbre hizo despido
de las ropas damas quienes, republisentantes
se repersignaron, una vez la nobleza ombliga.

samedi 11 septembre 2004

El perrito literal de las praderas

Cómo disxionaría alguien resplazado en todo ámbitat de la inteligencia y en toda zona colinda del instinto; porca miseria que indistinta, la cual sí la cual no, instiga al tinto por castinación. Alguien romo, idempotente a sin ergor, que misgratia verguichargia, de pronto porrazo y se fuma por ver desafectado y solo como un telequio perro su terrazo. Cuando a metros de ése alguien atortado y asbesto, el perro en aserción manitenaza se recibe mil afectos y apila compañía de su arteferrera propiedad. No es solamente un tratarse de la cama, pelos, migas en cobijas y la grasa: propicia mugre del cochambarbecho. Es también el trabajo que ya añoro, porque adiosrogo y con yo dando me perdí mi trabajo de albañal. Ya lo ven, ella fue muy lejos adonde yo trabajaba. Y allí lejos consiguió eso, mi reemplazo, otra prueba de su maliciosa trama de astusucias retrepando sevicios premeditados, alevosos y reiterados, y si eso no abastase, agravados por el vínculo. Sus vínculos de helecho, que al lado es un poroto pero fue al fin vínculo roto.
Horrible digo. Mas horrible broncabrón no hay nada, como que el perro, siempre el perro inrremilgo, siempre ametiéndose (no por sus propios medios, eso es lo grave) inmiscuo en mis asuntos. Mintiéndose feroz y desosiego en mi casa, es dos pisos por calera con ventana avenida de la impétiga, sentido al pésame. Metiéndose arremeto a los pies de cama, cobijbajado. Asíscogiendo a mi novia que venal por otra parte y similar, también le escogía y viceversa. Encelo frenesí; preciso sea afrechicho, se escogian muturalmente y de qué infrerrenable manera. Y los pelos, las migas y la grasa lucubriendo todas cadas superflucies cuyas me habían correspondido desde un principito. Los huesos como prueba ya no mía sino suya de que me estaban despellesjando pelado, en carnevivo. Y ésa hediondez a músculo tendón; tufo permanente, insoportuno y, por qué no, encloquecedor. Emocionalidad mostrenca del hombre que ya perdido el todo, llega aquí deschauchiado por su destindad mezquina. Pues va molido fino y morteramente por los muelles de viento de la vida y echo un polvo por no faltar el respeto. Y sin protuberar bajezas, teniendo que confesar todo esto al por discreto. Que con ello dando a luz, pariendo al cinamiento en serio de la opinión pública detalles aunque no nombres, que pintan de cuerpo entero a un hombre pichangañado. Adulterado por su dulce de ella (adúltera de cuerpo entero) y por el perro literal a quien no pretendo ni me succiona en lo masmenos descalificar o juzgar. Puesto no lo creo culpable intelectual, pero como su amo que lo fui un tiempo, estimo que si el perro satinado fuera tan brillante como se suponía, debería estar aún con la cola entre las rabas y repentido.
Y así fue entonces que reaccioné destrozando la frutilla, porque paradójicamente así la llamaba yo a ella, conriñosamente. Qué perpledoja. Ya, que combo corolario del postre, después de haberme vomitado toda la traición encima, encima me hizo desemplear a manos o a patas de lo que yo llamaba maschota -para hacerla furecer, porque ella sostenía que el perro literal no es jamás una mascota. Y por último, mis compaños de oficiola, aviesos infelices que constituyeron la tercera triple petición, la increíble triple pata de un pollo que no era tal. Porque no paraba ahí, estaban mis amigos personales, mis íntimos y los que me quieren o me querían, o sea los infectos. Que renuncando de escoger a mis espaldas, vil consumaron en mi propia cara y lo esligieron al perro, no figurado, literal y otro.
Se comprende de cabo a nabo, la necesidad periosa que me fuera concedido este minuto para explayar los claríficos motivos o el diviso móvil.