mardi 26 juin 2007

Actitú Bs As: ESTARIA BUENO SIN PRO FILACTICOS

che maaan, che maaan
no da que no te copes con mi raaap!
un flaaash, qué flaaash!

porque
yo estoy con mi ciudá, a ful!
porque
todo va a estar cooool,
yeah
todo va a estar cooool,

sin baches,
cachivaaaches
sin piquetes y sin grasas
en la puerta de tus casas!

coool! todo bieeen!
-yo soy pro, y vos?
-tambien!
-man sos un grosso, un charly grossou
porque
con-pro-está-todo-bien!
porque
com-pró-todo-de-cien!

sin morochos,

cartoneeeros
que te revuelven la basura
loco hay que ser re caradura!

no son prooo,
como soy yooo
no son gente, tienen nada
no son pro, son la gilada!

coool! todo bieeen!
el team de pro
es lo-más,
ya fueron los-demás!

y al que afanaaa,
put balaaa,
que si robás: ya lo sabés
q no importa lo que es
un queeeso
un hueeeso
vas adentro marcha presooo!

U PRO
yeah,
ME PRO,
right,
ALL PRO,
cos'
u'd b' gud BA city!
with us u'll b' so pretty!

lundi 4 juin 2007

Mi segundo vecino, el que se sienta a mi izquierda (el autobús tiene tres asientos en cada fila), es diferente: cerrado en sí mismo, poco hablador y nada participativo. Enseguida llama la atención porque, por lo general, la gente de aquí se muestra abierta, pronta a entablar conversación, dispuesta a contar cosas y a expresar toda clase de opiniones. Hasta ahora tan sólo me ha dicho que no trabaja y que tiene problemas. ¿Qué tipo de problemas?, no me lo ha dicho.
Pero finalmente, cuando el inmenso bosque empieza a disminuir y a reducirse -señal de que estamos llegando a Kumasi-, se decide a confesarme algo. En efecto, tiene problemas. Está enfermo. No siempre, no sin cesar, pero de vez en cuando, periódicamente, sí lo está. Ya ha ido a ver a varios especialistas ghaneses pero no le han ayudado. El asunto consiste en que en la cabeza, dentro del cráneo, tiene animales. No es que los vea, piense en ellos o les tenga miedo. No, nada de eso. Se trata de que estos animales están dentro de su cabeza, allí viven, corren, pacen, cazan o, simplemente, duermen. Cuando se trata de animales dóciles, tales como antílopes, cebras o jirafas, lo soporta todo muy bien, incluso resultan agradables. Pero a veces viene un león hambriento. Como tiene hambre y está furioso, ruge. Entonces, el rugido de ese león hace que le estalle el cráneo.

Ryszard Kapuscinski,
ÉBANO